Cómo ser más productivo escapando de la fatiga por tomar decisiones
¡Aprenda a tomar decisiones rápidas y buenas conociendo el concepto de fatiga por tomar decisiones!
Decisiones, decisiones... ¿Cómo puede tomar decisiones mejores a diario para mejorar su productividad y evitar sobrecargar su mente?
Nuestras vidas se rigen por las decisiones que tomamos. Desde lo que comemos en el desayuno hasta a quién contratamos para un nuevo puesto en su empresa. Hay una escuela de pensamiento que dice que la mente solo tiene una capacidad limitada para tomar buenas decisiones.
Todas las decisiones que tomamos, grandes y pequeñas, a lo largo del día pueden cansar nuestro cerebro. Esto es lo que se conoce como «fatiga por tomar decisiones». A medida que pasa el día, la fatiga por tomar decisiones puede reducir la productividad, ya que las decisiones se vuelven menos precisas, definitivas y rápidas. Sin embargo, la buena noticia es que hay maneras de mitigar la fatiga al tomar decisiones para proteger la productividad individual y de los equipos.
Siga leyendo para aprender a reconocer las principales causas de la fatiga por la toma de decisiones y las estrategias para combatirla. Estas estrategias se pueden implementar en su lugar de trabajo en combinación con software de monitoreo de computadoras, una herramienta muy eficaz que ayuda supervisar la actividad informática de los empleados y productividad.
¡Comencemos y descubramos cómo superar la fatiga de tomar decisiones!
La importancia de tomar buenas decisiones con rapidez
La toma de decisiones rápida y eficaz tiene un gran impacto en la forma en que se resuelven los problemas, se establecen las direcciones y se alcanzan los objetivos. Desahogan la mente y liberan la capacidad cognitiva para realizar un trabajo productivo y significativo. En resumen, insistir en las decisiones durante un tiempo excesivo distrae la atención y no garantiza necesariamente un mejor resultado.
Cuando se trata de tomar decisiones, es importante centrarse en la calidad de las decisiones, no solo en su rapidez. El objetivo final es dominar el arte de tomar decisiones rápidas, decisivas y de alta calidad, con la ayuda de marcos mentales desarrollados a lo largo del tiempo.
Estas son las razones por las que es importante tomar buenas decisiones con rapidez:
- Ahorras tiempo y dinero. El mercado moderno es increíblemente competitivo. Es necesario tomar decisiones rápidas y acertadas para mantenerse por delante de la competencia. Detenerse en tomar una decisión también puede costar dinero, ya que los competidores tienen más tiempo para moverse mientras su negocio permanece en pie.
- Ayuda a mantener el compromiso de los empleados. Cuando está capacitado para tomar decisiones rápidas, su personal limita la probabilidad de parálisis de análisis. Y cuando sus decisiones a nivel gerencial y organizacional son decisivas, el personal comprende claramente su visión y su papel en ella, lo que elimina la incertidumbre y les da una orientación que apoya la participación.
- La toma rápida de decisiones aumenta la confianza de los empleados. Capacitar a sus empleados para que tomen medidas mediante prácticas y marcos de toma de decisiones de calidad ayuda a aumentar su confianza con el tiempo. Sabrán que tienen los modelos mentales para tomar decisiones inteligentes sobre la marcha sin tener que analizar demasiado una situación para tomar una decisión.
¿Qué es la fatiga por tomar decisiones y cómo puede reconocerla?
La fatiga por tomar decisiones es un estado mental en el que una persona no puede tomar buenas decisiones debido a una sobrecarga cognitiva provocada por una alta frecuencia de decisiones.
La causa principal de este estado es tomar demasiadas decisiones en poco tiempo, por ejemplo, en el transcurso de una jornada laboral. Cuando esto sucede, las personas tienden a optar por la opción predeterminada o elegir la que es más fácil, en lugar de tomar una decisión efectiva basada en los hechos de una situación. O no tomar ninguna decisión.
Si bien la toma de decisiones no tiene un efecto físico inmediato en el cuerpo, sí afecta lo que los psicólogos llaman función ejecutiva. Este sistema incluye habilidades para resolver problemas, estrategias de memoria y procesos de autocontrol.
Puede reconocer la fatiga por la toma de decisiones a partir de los cuatro síntomas principales:
- Procrastinación: Posponer una tarea específica y pensar demasiado en cómo realizarla.
- Impulsividad: Tomar decisiones precipitadas.
- Indecisión: Estar indeciso ante cualquier tipo de tarea sencilla.
- Evasión: Hacer otras cosas para evitar una tarea pendiente.
¿Qué impacto tiene la fatiga de tomar decisiones en la productividad?
La fatiga por tomar decisiones afecta negativamente a la productividad, ya que puede hacer que las personas eviten las tareas que resuelven problemas, pospongan el trabajo que debe realizarse o tomen malas decisiones que provoquen cuellos de botella.
Cuando se sufre la fatiga de tomar decisiones, también suele haber una mayor frecuencia de errores. Y si tienes que repetir la misma tarea varias veces, simplemente estás perdiendo el tiempo.
En términos generales, es muy común que los empresarios y los trabajadores tomen malas decisiones cuando están cansados, ya que la fatiga por tomar decisiones provoca una falta de concentración necesaria para la mayoría de las tareas empresariales.
Cómo apoyar la toma de decisiones para ser más productivo
Implemente los siguientes hábitos en su vida diaria y en su entorno laboral para tomar mejores decisiones y minimizar la toma de decisiones innecesarias para ser más productivo. Además de esto, considera la posibilidad de usar algunas de las mejores aplicaciones web de productividad para eliminar la fatiga al tomar decisiones.
1. Delegar
Los mejores líderes delegan porque saben que es una forma de aumentar exponencialmente la productividad y la capacidad mental. Delegar empodera a tu equipo, genera confianza entre los compañeros de trabajo y mejora el desarrollo profesional.
Además, te ahorra tiempo y te permite concentrarte en tomar decisiones más estratégicas. Un componente clave de la delegación es que confía ciertos estratos de decisiones a otros miembros del equipo. Esto significa que los líderes no tienen la carga de tomar cien decisiones menores todos los días que su equipo es perfectamente capaz de tomar.
2. Usa la IA para ayudarte a ser más eficiente
La inteligencia artificial tiene un gran potencial para apoyar y abordar muchos aspectos del proceso de toma de decisiones. Por ejemplo, algunas herramientas de productividad y organización basadas en la inteligencia artificial pueden ayudarlo a tomar mejores decisiones.
Hay una larga lista de software de productividad disponibles en el mercado, y por una buena razón. Estos programas permiten a los empleados priorizar las tareas con mayor facilidad, eliminando la necesidad de tomar tantas decisiones sobre en qué centrarse. A medida que estas funciones de inteligencia artificial de las aplicaciones de productividad sigan evolucionando, contribuirán aún más a mejorar la toma de decisiones.
Otras aplicaciones que incorporan IA, como Gmail, ahora pueden predecir lo que escribes y terminar tus frases. Otro ejemplo son las herramientas de redacción de contenido con inteligencia artificial, que pueden generar infinitas ideas de contenido para minimizar la decisión sobre qué escribir a continuación.
Sin embargo, tenga en cuenta que la tecnología de inteligencia artificial aún está en pañales.
Todavía tenemos que ver hasta qué punto las herramientas impulsadas por la inteligencia artificial ayudarán a los líderes empresariales a tomar decisiones con mayor facilidad. El papel de la IA es muy prometedor. A medida que la tecnología se vuelve más sofisticada y comprende mejor el comportamiento humano, tiene el potencial de ser un complemento de la mente humana que mejore nuestra capacidad de tomar buenas decisiones y nos libere de la necesidad de tomar decisiones insignificantes.
3. Minimiza las decisiones sin importancia
Reducir la cantidad de decisiones que tiene que tomar reduce la fatiga de tomar decisiones. Una forma eficaz de minimizar la cantidad de decisiones que tiene que tomar es eliminar las que no son importantes. Por ejemplo, prepara la ropa que usarás antes de acostarte o ten un armario fijo todos los días. De esta forma, no tendrás que tomar ninguna decisión sobre la ropa cuando te despiertes, ya que podría empezar a mermar tu limitada capacidad de toma de decisiones al instante.
Lo mismo se aplica a los alimentos. Prepara la comida un día antes y llena los recipientes de comida. Al hacerlo, no tendrá que preocuparse por lo que va a comer para almorzar. Hacer estos pequeños ajustes puede, a primera vista, parecer trivial. Sin embargo, reducir el número de estas decisiones vitales pequeñas y relativamente intrascendentes ayuda a mejorar la productividad al evitar la fatiga por tomar decisiones.
4. Limite su lista de tareas pendientes
Una forma de evitar la fatiga por tomar decisiones es limitar la cantidad de tareas de tu lista de tareas pendientes. Con una cantidad menor de tareas diarias, no tienes que tomar muchas decisiones, solo debes concentrarte en lo que importa.
Lograr que tu equipo también adopte este enfoque puede impulsar la productividad de todo el equipo, por lo que no solo tú te concentras, sino todos. Para saber qué tan bien tu equipo prioriza su trabajo, puedes usar un software de supervisión informática. Te permitirá realizar un seguimiento de las cargas de trabajo, las tareas y los proyectos de tus empleados, y supervisar la actividad informática de los empleados para comprender su productividad y concentración.
La supervisión de los empleados tiene muchas ventajas y desventajas, pero la automatización del seguimiento de los empleados significa una cosa menos en su lista de tareas pendientes. En pocas palabras, simplifica las decisiones relacionadas con el desempeño de tu equipo, los recursos que necesitan y la gestión de proyectos.
5. Desarrolle una rutina o un hábito
Nuestros cerebros tienen recursos limitados. Estamos limitados en cuanto a la cantidad de decisiones que podemos tomar en un día. La automatización de ciertas tareas y rutinas puede eliminar el desperdicio de energía y la toma de decisiones adicionales e innecesarias que nos hacen perder la concentración y la capacidad de concentrarnos en el trabajo.
Un buen ejemplo es un régimen de ejercicios, un hábito de lectura o cualquier otra actividad que requiera una decisión. Puedes perder fácilmente una hora pensando si debes leer un libro o hacer ejercicio. Pero cuando se trata de un hábito, vas y realizas la actividad sin siquiera cuestionarla.
En el contexto laboral, puedes desarrollar una rutina de revisar tu bandeja de entrada solo a las 8 a.m. y a las 5 p.m., para no tener que decidir hacerlo. También te ahorra tener que tomar innumerables decisiones reactivas en respuesta a los correos electrónicos que lees a lo largo del día.
Por eso los hábitos y las rutinas son tan poderosos. Puedes automatizar partes de tu comportamiento diario de manera que preserves la capacidad mental al minimizar las decisiones.
La productividad y las decisiones están inseparablemente vinculadas
Si te centras en la productividad, la optimización de tus procesos de toma de decisiones puede tener un impacto significativo en ella.
Empieza poco a poco creando rutinas, eliminando decisiones sin importancia y simplificando tus listas de tareas diarias. Eso te quitará la presión y reducirá la cantidad diaria de decisiones que tienes que tomar.
Luego, tome medidas más importantes para tomar mejores decisiones con la delegación y la tecnología. Considere la posibilidad de usar un software de monitoreo de computadoras para ayudar a monitorear la actividad informática de los empleados, de modo que centrarse en tomar mejores decisiones se convierta en una iniciativa fundamental para todo el equipo.
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