Liberar la productividad: la sabiduría comprobada del método Ivy Lee
Descubra el Método Ivy Lee, una estrategia comprobada que se remonta a 1918. Simplifique su carga de trabajo, esfuércese por lograr la simplicidad y aumente su productividad.
Conclusiones clave:
- Priorice la calidad sobre la cantidad: un principio clave del Método Ivy Lee para fomentar una mentalidad productiva.
- Supere el desafío de iniciar tareas con la planificación estratégica.
- Gestione las emergencias con flexibilidad y aplicación de seguimiento de empleados como Insightful, te aseguras de que tu modelo de trabajo se adapte a los desafíos inesperados.
- Dele un propósito a los trabajos rutinarios con la categorización de tareas y la alineación de objetivos a largo plazo.
Tiempo de lectura: 7 minutos
Hay una gran cantidad de métodos de productividad que se introducen a diario y, si bien explorar nuevos métodos es una buena idea en algunos casos, algunas situaciones requieren ceñirse a lo que ya se ha probado y verdadero.
El ajetreo industrial de principios del siglo XX exigió un enfoque innovador para aumentar la productividad. El método Ivy Lee se inventó con la avalancha de rápidos cambios en la industria, ya que Charles M. Schwab, presidente de Bethlehem Steel Corporation, quería mejorar la eficiencia de su equipo ejecutivo.
En 1918, Schwab llamó a Ivy Lee como su ayudante. Lee, un conocido consultor de productividad de la época, recomendó dedicar 15 minutos a cada ejecutivo, ofreciéndole una estrategia de productividad sencilla pero potente.
Comprensión de los principios básicos
En esencia, el Método Ivy Lee gira en torno a la simplicidad. Al final de cada jornada laboral, las personas escriben las seis tareas más importantes para el día siguiente. Luego, estas tareas se priorizan en función de su importancia.
El truco principal para dominar este método es considerar tus tareas y prioridades con antelación. Esto implica analizar la carga de trabajo de la noche anterior, trazar un plan y concentrarse en él. De este modo, tendrás tiempo para considerar cada tarea y cómo abordarla, así como tiempo suficiente para trazar una estrategia antes de ponerte manos a la obra.
Al día siguiente, la atención se centra únicamente en la primera tarea hasta su finalización, seguida de abordar las tareas restantes, una a la vez. Las tareas pendientes pasan a la lista del día siguiente, lo que crea un ciclo continuo de productividad.
Ventajas del método Ivy Lee
La simplicidad destaca en un mundo de complejidad
A raíz de los sistemas de productividad cada vez más complejos, la característica más destacada del Método Ivy Lee es su simplicidad. Las rutinas de veinte pasos, cuidadosamente planificadas, pueden funcionar para algunos, pero este método te permite reducir el ruido para que puedas concentrarte en lo que es más importante.
Impone límites para un trabajo de calidad
El Método Ivy Lee actúa como guía al imponer límites a las tareas diarias. Esta restricción intencional asegura que las personas se concentren en un número manejable de prioridades. De este modo, el método fomenta un espacio de profundidad y calidad en el trabajo, lo que significa que se minimiza el riesgo de agotarse en el futuro al no ser demasiado productivo en la actualidad.
Aborda el desafío de la iniciación de tareas
Un obstáculo fundamental para completar una tarea es la inercia inicial del inicio. El Método Ivy Lee reconoce este desafío y lo elimina estratégicamente al alentar a las personas a establecer prioridades la noche anterior. Este proceso de toma de decisiones preventivas garantiza una transición fluida de la planificación a la acción, lo que convierte la iniciación de tareas en una parte integral del flujo de trabajo.
Consejos prácticos para implementar el método Ivy Lee
Para integrar con éxito el Método Ivy Lee en la rutina diaria, saber por dónde empezar puede marcar la diferencia. Cada tarea individual es diferente y, por lo tanto, hay que tener en cuenta su carga de trabajo específica al considerar su plan de acción.
- Selección realista de tareas: En lugar de abrumarse con una lista extensa, concéntrese en identificar de 5 a 6 tareas prioritarias. Centrarse en estas tareas hará que su carga de trabajo parezca más manejable.
- Priorización estratégica: Los dos aspectos principales en los que debe centrarse son el nivel de urgencia y sus objetivos a largo plazo. Tener esto en cuenta a la hora de elaborar tu agenda debería ayudarte a mantener tus perspectivas alineadas con tus objetivos y restricciones de tiempo.
- Concentración de tareas singulares: El método Ivy Lee pretende hacer hincapié en abordar una tarea a la vez. Evite la tentación de realizar varias tareas a la vez, ya que a menudo reduce la eficiencia y reduce las probabilidades de sufrir agotamiento.
- Adopte la simplicidad: La fuerza del método reside en su sencillez. Adaptar el método a situaciones modernas, como el trabajo remoto o híbrido, es tan sencillo como instalar una aplicación que lleve un registro de tu trabajo por ti. La implementación de un software de monitoreo remoto del trabajo significa que tendrá acceso a datos sobre la productividad, la asistencia y todo tipo de análisis de la fuerza laboral que no solo pueden ayudarlo a concentrarse en su trabajo, sino también a aumentar su productividad a largo plazo.
Abordar los desafíos con el método Ivy Lee
Ningún método de productividad está exento de desafíos, pero saber qué esperar puede marcar la diferencia. El método Ivy Lee se creó para aprovechar la simplicidad y facilitar la adaptación a obstáculos inesperados.
- Cómo hacer frente a las emergencias: Sea cual sea el método, es probable que ocurran emergencias. Una vez que lo hagan, es fundamental mantener la flexibilidad y adaptarse rápidamente. Esto se puede lograr fácilmente con la ayuda de un software de análisis de la fuerza laboral, como Perspicaz, que puede hacer un seguimiento de su trabajo, detectar amenazas internas y proporcionarle análisis claros que puede utilizar para impulsar las mejoras a medida que pasa el tiempo.
- Adaptarse a los cambios: Las prioridades pueden cambiar durante el día. En lugar de ceñirse rígidamente a la lista de tareas inicial, esté dispuesto a adaptarse. Evalúe los cambios en las prioridades y ajuste su enfoque en consecuencia, asegurándose de que las tareas más críticas se aborden de manera coherente.
- Inicio de cada tarea: Iniciar tareas puede ser un obstáculo. Para superar este problema, aproveche la ventaja inherente del método: la planificación desde la noche anterior. Al decidir qué hacer la primera tarea la noche anterior, eliminas la fricción inicial que supone empezar el día, lo que facilita la inmersión en el trabajo.
Llevando el método al siglo XXI
Adaptar el método Ivy Lee a varios escenarios implica considerar las herramientas, los recursos y las preferencias individuales. Comprender cómo personalizar el método garantiza que se alinee con los objetivos y estilos de trabajo individuales.
Gestión de proyectos de alta intensidad
En campos como la gestión de proyectos, las tareas pueden ser variadas y exigentes. Recurrir al método Ivy Lee puede ayudar a desglosar proyectos complejos y reducir el estrés de un modelo de trabajo abrumador. Además de eso, recurrir a herramientas modernas como software sencillo de seguimiento del tiempo de los empleados puede ayudar a garantizar un progreso constante incluso ante los nuevos desafíos.
Cómo navegar en entornos impulsados por plazos
Cada segundo cuenta en industrias como el periodismo o la planificación de eventos. Priorizar las tareas la noche anterior puede ayudar a estructurar y abordar las tareas urgentes con un plan claro, evitando el caos de última hora.
Mejora de los flujos de trabajo creativos
Al trabajar en campos creativos como el diseño gráfico o la creación de contenido, el Método Ivy Lee puede aportar una sensación de estructura sin comprometer la libertad creativa. Centrarse en un conjunto limitado de tareas puede ayudar a evitar bloqueos creativos y utilizar herramientas sencillas como Seguimiento del tiempo en el campamento base La integración con Insightful puede centrarse en cumplir con los plazos y, al mismo tiempo, realizar un seguimiento de la tarea en cuestión.
Optimización de los trabajos basados en la rutina
Trabajar en la entrada de datos o en el servicio de atención al cliente puede resultar muy repetitivo. Aquí, el método Ivy Lee se puede utilizar para revitalizar un sentido de propósito. No solo puede clasificar sus tareas con mayor claridad, sino que también puede ver cómo se alinean con sus objetivos a largo plazo.
En los trabajos administrativos rutinarios, puede producirse monotonía y las tareas pueden parecer desconectadas de los objetivos profesionales más amplios. Recurrir al método ABCDE puede devolver una sensación de estructura a tu rutina.
Al asignar prioridades de la A a la E, no solo organizas tu carga de trabajo diaria, sino que también obtienes una nueva perspectiva sobre cómo cada tarea contribuye a tus ambiciones profesionales generales. Tras organizar tu rutina diaria y asignar valor a todo lo que haces, las tareas rutinarias adquieren una capa de intencionalidad. Esto hace que el trabajo tenga más propósito y esté en línea con tus objetivos a largo plazo.
Para la optimización en una versión y escala mayores, considere agregar un software de monitoreo, como Insightful, a su rutina de trabajo diaria. Con esto, tendrá acceso a datos que pueden mostrarle cómo trabajar mejor a largo plazo.
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