4 rutinas matutinas que debes adoptar para aumentar la productividad
¡Una buena rutina matutina conduce a un día productivo!
Hay un viejo refrán muy popular en mi país, que básicamente dice que todo el día depende de la mañana. Lo cual es cierto. Si te levantas de mal humor, es probable que no trabajes mucho durante el día. Por otro lado, si has dormido bien por la noche y estás listo para empezar, lo más probable es que tengas un día muy productivo por delante. Lo mismo ocurre con tus rutinas matutinas. Si preparas el comienzo del día para motivarte e inspirarte, en lugar de pasarte una hora y media navegando sin pensar por tu teléfono, la probabilidad de que termines con todo lo que tienes en tu lista de tareas pendientes aumenta exponencialmente.
La productividad no ocurre por sí sola: debes esforzarte para lograrlo y, si realmente quieres crear un entorno en el que puedas prosperar, deberías empezar por reevaluar tu rutina matutina y cambiarla un poco. Aunque las rutinas matutinas varían de una persona a otra, hay varios puntos clave que todos pueden implementar para empezar el día de manera productiva.
Despiértese cuando su cuerpo esté listo
Probablemente hayas leído docenas de artículos sobre directores ejecutivos y emprendedores que se levantan a las 4 o 5 de la mañana, hacen ejercicio por la mañana, desayunan, etc., pero no tiene sentido levantarse con un 4 si no te parece bien. Si tu trabajo te permite levantarte más tarde, y si eso se adapta a tu organismo, hazlo. El hecho es que, incluso si eres un ave nocturna que se despierta a las 10 de la mañana, puedes crear una rutina matutina que te haga más productivo.
Si no duermes lo suficiente, no descansarás bien y tu enfoque cambiará constantemente. Piensa en los fines de semana, cuando no tienes que levantarte a una hora determinada para ir a trabajar. ¿Cuántas horas duermes cuando estás completamente descansado? Si son ocho horas y, por lo general, te levantas a las 7 para llegar a tiempo al trabajo, acuéstate antes de las 11 de la noche para poder dormir esas 8 horas.
Planifique con anticipación
Se estima que, como adultos, tomamos alrededor de 35 000 decisiones durante el día. Si bien no dedicamos tiempo a deliberar sobre cada una de ellas, esa es la cantidad de decisiones que tomamos durante el día. Y es agotador. Cuantas más decisiones tenga que tomar, más cansado se sentirá y será más difícil concentrarse en las decisiones importantes.
Esa es exactamente la razón por la que debes eliminar las decisiones de tu rutina matutina. Escribe tu lista de tareas pendientes, tu lista de objetivos (o lo que sea que estés usando) el día anterior, elige la ropa que quieres ponerte, empaca tu almuerzo y cualquier otra cosa que necesites llevar al trabajo.
Este proceso permitirá que tu cerebro esté en modo de «reposo» hasta que llegue el momento de empezar a funcionar. La idea es ahorrar energía cerebral para las tareas más importantes que tiene que realizar.
¿Debería hacer primero las tareas más importantes o las menos importantes?
Si bien muchas personas son fanáticas de la filosofía de «cómete esa rana» y les gusta abordar las tareas más complicadas a primera hora de la mañana, eso no significa que esto vaya a funcionar para ti.
Si por lo general tienes problemas con la procrastinación, definitivamente no deberías encargarte de las tareas más difíciles tan pronto como te pongas a trabajar. Es demasiado fácil postergar las cosas, y te reducirás la velocidad. En su lugar, debes concentrarte en las pequeñas ganancias o seguir el principio de progreso.
Tendemos a pensar en el progreso en términos de logros y logros importantes, y rara vez nos detenemos a observar todas las pequeñas tareas que hemos completado a lo largo del día. El principio del progreso, y las investigaciones que lo sustentan, nos muestran que algunas personas se sienten más motivadas cuando completan algunas tareas menores por la mañana antes de dedicarse a las grandes. El razonamiento es bastante simple: completar unas cuantas tareas pequeñas nos hará sentir motivados y realizados. Esta sensación servirá de combustible para completar las tareas más complicadas.
Muévete
No necesitas hacer un ejercicio HIIT completo, ir al gimnasio o andar en bicicleta al levantarte. Simplemente muévete un poco. Esto no tiene por qué llevarte más de 10 minutos por la mañana, y puedes simplemente estirarte o caminar por tu apartamento (o patio si lo tienes).
Acabas de pasar toda la noche acostado en varias posiciones y tus músculos necesitan algo de movimiento para despertarse. Fíjate en los perros o gatos, cada vez que se despierten (incluso si es la décima vez que duermen hoy) tardarán un minuto en estirarse y debemos seguir su ejemplo.
El movimiento matutino despertará tu cuerpo y tu mente, ¡haciendo que te sientas con más energía y preparado para aprovechar el día!
Crea tu propia rutina matutina
Es lo mismo que con la hora de despertarse y dormir. Todos somos diferentes y no hay forma de que cada uno de nosotros pueda saltar de la cama y salir a correr todas las mañanas. Te conoces a ti mismo, sabes lo que te pone en un estado mental de trabajo y lo que te distrae.
Pruebe diferentes técnicas cada día y anote sus pensamientos y sentimientos a lo largo del día para llevar un registro de los efectos que estas diversas rutinas matutinas tienen en usted. También puedes usar una de las aplicaciones de seguimiento del tiempo para empleados para cuantificar tus niveles de productividad cada vez que cambias algo en tu rutina matutina.
El punto es que no hay una forma correcta o incorrecta de crear tu rutina matutina. Los expertos y consultores aconsejan evitar ciertas actividades y centrarse en las otras... Pero solo sabes si mirar el teléfono durante 30 minutos cada mañana te ayuda a ponerte manos a la obra o no.
Este artículo fue escrito originalmente el 3 de mayo de 2016 por Marija Grgur. Fue actualizado el 20 de mayo de 2020 por Bojana Djordjevic.
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